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Análisis económico y financiero

Impacto del conflicto en Oriente Próximo en la economía global

17/06/2025

Impacto del conflicto en Oriente Próximo en la economía global

La escalada de tensiones en Oriente Próximo ha congelado los tipos de interés y generado preocupación sobre la inflación y los precios del petróleo. Analistas advierten sobre el efecto en las economías de EE. UU. y Europa.

La reciente escalada de tensiones en Oriente Próximo, marcada por un ataque al depósito de petróleo de Shahran en Teherán, ha generado un impacto significativo en el panorama económico global.

Irán culpa a Israel por este ataque, lo que ha generado preocupaciones sobre la estabilidad geopolítica en la región y su efecto colateral en la economía mundial.

En un contexto donde los aranceles dejaron de ser la principal preocupación para la política monetaria, la evolución de los acontecimientos en Oriente Próximo se perfila como un factor clave que influye en la decisión de los bancos centrales. Con el aumento de los precios del petróleo y, por ende, de los combustibles, las proyecciones de inflación comienzan a preocupar a analistas y economistas, anticipando que las principales entidades financieras, como la Reserva Federal de EE. UU., el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo (BCE), mantendrán sin cambios sus tipos de interés en sus próximas reuniones.

A diferencia del inicio del conflicto en febrero de 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania sorprendió a EE. UU. con una inflación que superaba el 7%, la situación actual presenta un margen de maniobra más amplio. Hoy en día, tanto EE. UU. como la zona euro tienen una inflación que ronda el 2%. Christine Lagarde, presidenta del BCE, considera que el fenómeno inflacionista está prácticamente controlado, lo que ha llevado a una reducción de los tipos del 4% al 2%.

En contraste, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, parece estar más cauteloso, recortando solamente un punto porcentual y sin señales claras de querer modificar su política actual de esperar y ver.

El conflicto entre Israel e Irán ha resultado en un aumento notable del precio del petróleo. Antes del inicio de las hostilidades, el brent acumulaba una caída en 2025 que hoy se ha visto revertida. Actualmente, el precio del barril se encuentra en 73 dólares, tras un incremento de casi un 12% en la semana pasada.

Analistas de instituciones financieras como JP Morgan e ING han advertido que, en caso de que se produzca una interrupción significativa en el tránsito por el estrecho de Ormuz, donde transita una cuarta parte del petróleo mundial, los precios podrían alcanzar los 120 o 130 dólares por barril.

Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de los analistas considera que la situación no desembocará en un conflicto de mayores proporciones. Gregor Hirt, director global de inversiones de Allianz, sostiene que, aunque haya nuevos ataques contra los yacimientos de petróleo en Irán, la situación sería manejable. Irán, que exporta alrededor de 1,6 millones de barriles al día, no posee la capacidad de influir drásticamente en el mercado petrolero, especialmente considerando que Arabia Saudí y otros miembros de la OPEP han aumentado su producción y pueden suplir cualquier interrupción en el suministro.

No obstante, el impacto en la economía global es innegable. El estancamiento en la reducción de los tipos de interés, con el mercado otorgando menos de un 10% de posibilidades a que el BCE baje el precio del dinero en julio, puede afectar el comportamiento del euríbor, que aún lucha por superar la barrera psicológica del 2%. Esto, a su vez, tendrá implicaciones en las hipotecas variables, que podrían seguir encareciéndose, afectando a los consumidores en Europa.