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Selección de fondos de inversión: criterios básicos

Para seleccionar fondos de inversión hay que considerar indicadores como el alfa y la beta, la rentabilidad histórica, la composición de la cartera, el estilo de inversión y la asignación de activos. Estos factores dependen de las características y objetivos de cada inversor.

Introducción

La elección de fondos de inversión puede ser abrumadora, especialmente para los inversores principiantes. Hay muchos factores a tener en cuenta, desde el rendimiento histórico hasta la región en la que invierten. En este artículo, hablaremos sobre los aspectos clave a tener en cuenta al comparar fondos de inversión, incluyendo TER, ratios de Sharpe y Sortino, alfa, beta, rentabilidad a 3 años, regiones en las que invierte, tipos de activos en cartera, calificación de los bonos, cobertura de divisa, entre otros.

TER (Ratio de Gastos Totales)

El Ratio de Gastos Totales (TER, por sus siglas en inglés) es una medida importante a considerar al elegir un fondo de inversión. El TER representa el costo total anual del fondo, incluyendo la gestión, administración y otros gastos. Cuanto más bajo sea el TER, más barato será el fondo.

Los fondos indexados tienden a tener TER más bajos que los fondos gestionados activamente. Sin embargo, los fondos activos pueden justificar un TER más alto si producen mejores rendimientos. Es importante considerar el TER en relación con el rendimiento del fondo para evaluar si el costo del fondo es razonable.

Ratios de Sharpe y Sortino

Los ratios de Sharpe y Sortino son medidas de la rentabilidad ajustada al riesgo de un fondo. El ratio de Sharpe mide la rentabilidad excedente de un fondo en relación con el riesgo asumido, mientras que el ratio de Sortino se enfoca en la rentabilidad en relación con el riesgo a la baja.

Un ratio de Sharpe o Sortino alto indica que el fondo ha producido buenos rendimientos en comparación con el riesgo asumido. Sin embargo, estas medidas no son perfectas y pueden ser influenciadas por factores como la volatilidad del mercado y la duración del período de tiempo utilizado para el cálculo.

Alfa y beta

El alfa y el beta son indicadores que miden la relación entre el rendimiento de un fondo y el rendimiento del mercado de referencia (por ejemplo, el índice de referencia).

El beta mide la sensibilidad del fondo a las fluctuaciones del mercado. Un beta superior a 1 indica que el fondo es más volátil que el mercado, mientras que un beta inferior a 1 indica que el fondo es menos volátil que el mercado.

El alfa mide la rentabilidad adicional que ha obtenido el fondo en relación con el rendimiento del mercado. Un alfa positivo indica que el fondo ha obtenido una rentabilidad superior a la del mercado, mientras que un alfa negativo indica que el fondo ha obtenido una rentabilidad inferior a la del mercado.

Es importante evaluar tanto el alfa como el beta al comparar fondos de inversión, ya que estos indicadores proporcionan una idea de la sensibilidad del fondo a las fluctuaciones del mercado y la capacidad del gestor para generar rentabilidades superiores a las del mercado.

Una estrategia de inversión que busca superar el rendimiento del mercado se conoce como gestión activa, mientras que una estrategia que busca replicar el rendimiento del mercado se conoce como gestión pasiva o indexada.

Rentabilidad a 3 años

La rentabilidad a 3 años es un indicador importante al evaluar fondos de inversión a largo plazo. Este indicador muestra la rentabilidad promedio anual del fondo durante los últimos 3 años.

Es importante tener en cuenta que la rentabilidad pasada no garantiza la rentabilidad futura, pero este indicador puede proporcionar una idea de la capacidad del gestor para generar rentabilidades consistentes a largo plazo.

Es recomendable seleccionar fondos con una rentabilidad a 3 años consistente y que haya superado a su índice de referencia.

Regiones en las que invierte

Una de las cosas que los inversores deben considerar al elegir un fondo de inversión es la región geográfica en la que invierte. Los fondos de inversión pueden invertir en una sola región, como Europa o Asia, o pueden tener una cartera más diversificada que cubra múltiples regiones geográficas.

Es importante que los inversores comprendan las oportunidades y los riesgos asociados con cada región en la que un fondo de inversión invierte. Por ejemplo, las economías emergentes pueden ofrecer un mayor potencial de crecimiento, pero también pueden ser más volátiles y estar sujetas a riesgos políticos y económicos. Las economías desarrolladas, por otro lado, pueden ser más estables, pero también pueden tener un menor potencial de crecimiento.

Los inversores también deben tener en cuenta la exposición del fondo de inversión a diferentes mercados de valores. Los mercados de valores pueden variar significativamente en términos de tamaño, volatilidad y riesgo. Los inversores deben evaluar cuidadosamente la exposición del fondo de inversión a cada mercado de valores para asegurarse de que estén cómodos con los riesgos asociados.

Tipos de activos en cartera

Otro aspecto importante a considerar al elegir un fondo de inversión es el tipo de activos en su cartera. Los fondos de inversión pueden invertir en una variedad de activos, incluyendo acciones, bonos, materias primas y bienes raíces.

Las acciones son una forma popular de invertir en el mercado de valores. Las acciones pueden ser emitidas por empresas grandes y establecidas o por empresas más pequeñas y emergentes. Los inversores deben considerar cuidadosamente el perfil de riesgo de cada empresa en la cartera del fondo de inversión.

Los bonos son otra clase de activo comúnmente incluida en los fondos de inversión. Los bonos son emitidos por gobiernos, empresas y otras entidades y ofrecen un flujo de ingresos fijo y predecible. Los bonos pueden ser clasificados por su grado de inversión, lo que indica la calidad crediticia del emisor, o por su vencimiento, lo que indica el plazo para el que se emitió el bono.

Las materias primas y los bienes raíces son otras clases de activos que pueden estar incluidos en los fondos de inversión. Las materias primas, como el petróleo y el oro, pueden ofrecer una cobertura contra la inflación y una diversificación de la cartera. Los bienes raíces, como los fondos de inversión inmobiliarios, pueden proporcionar ingresos estables y consistentes a través del alquiler y la

Los inversores deben considerar cuidadosamente la composición de la cartera del fondo de inversión y determinar si está alineada con sus objetivos de inversión y su perfil de riesgo. Por ejemplo, si un inversor busca un ingreso estable y predecible, puede considerar un fondo de inversión que tenga una cartera más centrada en bonos y bienes raíces. Si un inversor busca un potencial de crecimiento más alto, puede optar por un fondo de inversión que tenga una mayor exposición a acciones y materias primas.

Cobertura de divisa

La cobertura de divisa es un aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de invertir en fondos de inversión internacionales. La cobertura de divisa se utiliza para proteger la inversión de la fluctuación de las monedas en las que está denominada la inversión.

Si un inversor decide invertir en un fondo de inversión extranjero sin cobertura de divisa, estará expuesto a la fluctuación de la moneda extranjera en la que esté denominado el fondo. Esto significa que, si la moneda del fondo se deprecia frente a la moneda del inversor, su inversión perderá valor. Por el contrario, si la moneda del fondo se aprecia frente a la moneda del inversor, la inversión ganará valor.

Por lo tanto, la cobertura de divisa es una herramienta muy útil para los inversores que deseen invertir en fondos internacionales sin tener que preocuparse por la fluctuación de las divisas. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la cobertura de divisa no siempre es necesaria o conveniente. Por ejemplo, si un inversor tiene una perspectiva positiva sobre la moneda extranjera en la que está denominado el fondo, puede ser beneficioso no utilizar la cobertura de divisa.

En cualquier caso, es importante que el inversor comprenda cómo funciona la cobertura de divisa y sus implicaciones para poder tomar la mejor decisión.

Estilo de inversión

El estilo de inversión es otra de las variables importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un fondo de inversión. En general, se pueden distinguir dos estilos de inversión principales: el estilo de crecimiento y el estilo de valor.

El estilo de crecimiento se enfoca en invertir en empresas que se espera que crezcan más rápido que el mercado en general. Estas empresas suelen tener una alta tasa de crecimiento de beneficios y, por lo tanto, un alto potencial de apreciación de sus acciones. Un ejemplo de fondo de inversión con estilo de crecimiento es el Fidelity Contrafund.

Por otro lado, el estilo de valor se enfoca en invertir en empresas que están subvaloradas por el mercado, pero que se espera que tengan un rendimiento superior en el futuro. Estas empresas pueden tener un potencial de apreciación menor que las empresas de crecimiento, pero suelen tener una menor volatilidad y un mayor margen de seguridad. Un ejemplo de fondo de inversión con estilo de valor es el Vanguard Windsor II.

Además de estos dos estilos principales, existen otros estilos de inversión que se enfocan en diferentes criterios, como el total return, el dividendo, la renta fija, entre otros.

El estilo total return se enfoca en obtener el mayor rendimiento posible, ya sea a través de la apreciación del capital o de los ingresos. Estos fondos suelen invertir en una variedad de activos, desde acciones hasta bonos, con el objetivo de obtener un rendimiento total máximo. Un ejemplo de fondo de inversión con estilo total return es el BlackRock Global Allocation Fund.

El estilo de dividendo se enfoca en invertir en empresas que tienen un historial de pago de dividendos y que se espera que sigan haciéndolo en el futuro. Estos fondos suelen tener una rentabilidad por dividendo más alta que los fondos de crecimiento, pero suelen tener un potencial de apreciación menor. Un ejemplo de fondo de inversión con estilo de dividendo es el Vanguard Dividend Growth Fund.

Finalmente, el estilo de renta fija se enfoca en invertir en bonos y otros valores de renta fija para obtener ingresos estables y predecibles. Estos fondos suelen tener una menor volatilidad que los fondos de acciones, pero también una rentabilidad menor. Un ejemplo de fondo de inversión con estilo de renta fija es el PIMCO Total Return Fund.

Es importante destacar que estos estilos de inversión no son excluyentes entre sí, y muchos fondos de inversión utilizan una combinación de ellos para lograr sus objetivos de inversión.

Asignación de activos en fondos de inversión

La asignación de activos es otra técnica importante que los inversores deben considerar al elegir fondos de inversión. La asignación de activos se refiere a la forma en que se distribuyen los activos de un fondo de inversión entre diferentes tipos de inversión, como acciones, bonos y efectivo.

La asignación de activos puede variar significativamente entre diferentes fondos de inversión, dependiendo de los objetivos del fondo y del perfil de riesgo del inversor. Por ejemplo, los fondos de inversión que buscan un crecimiento agresivo pueden tener una mayor asignación de activos en acciones, mientras que los fondos que buscan ingresos estables pueden tener una mayor asignación de activos en bonos.

Es importante que los inversores comprendan la asignación de activos de un fondo de inversión antes de invertir su dinero. Una buena asignación de activos debe ser coherente con los objetivos del fondo y el perfil de riesgo del inversor. Los inversores deben evaluar la asignación de activos de un fondo y asegurarse de que estén cómodos con el nivel de riesgo que asumen al invertir en el fondo.
Ratios de Sharpe y Sortino

Conclusiones

La selección de fondos de inversión es una tarea compleja que requiere tener en cuenta diversos factores y criterios. No existe una fórmula única ni infalible para elegir los mejores fondos, sino que depende de las características y objetivos de cada inversor.

Sin embargo, existen algunos indicadores financieros que pueden ayudarnos a comparar y evaluar el rendimiento y el riesgo de los fondos. Entre ellos destacan el alfa y la beta, que miden respectivamente el exceso de rentabilidad y la sensibilidad del fondo respecto a su mercado de referencia. Estos indicadores nos permiten saber si el fondo ha superado o no al índice y si ha asumido más o menos volatilidad.

Otro aspecto importante a considerar es la rentabilidad histórica del fondo, especialmente en periodos largos como 3 años o más. La rentabilidad pasada no garantiza la rentabilidad futura, pero nos da una idea del comportamiento del fondo en diferentes escenarios de mercado y de su capacidad para generar beneficios sostenibles en el tiempo.

Además, debemos analizar la composición y diversificación de la cartera del fondo, es decir, las regiones en las que invierte, los tipos de activos que incluye (renta variable, renta fija, materias primas, etc.) y la cobertura de divisa que aplica. Estos factores determinan el perfil de riesgo y retorno del fondo y su exposición a diferentes fuentes de rentabilidad y volatilidad.

Finalmente, también es conveniente conocer el estilo de inversión del gestor del fondo y su asignación estratégica o táctica de activos. El estilo puede ser activo o pasivo (según busque batir al índice o replicarlo), value o growth (según invierta en empresas infravaloradas o con alto potencial), bottom-up o top-down (según se base en el análisis individual o macroeconómico), etc. La asignación puede ser estática o dinámica (según mantenga una distribución fija o variable entre los distintos tipos de activos).

En definitiva, la selección de fondos implica un proceso riguroso y personalizado que debe adaptarse a las necesidades y preferencias de cada inversor. Por ello, se recomienda contar con el asesoramiento profesional adecuado para tomar las mejores decisiones financieras.